Marco Denevi. El jardín de las delicias.
Mote justo
A cierta Herminia la apodaban Democracia porque, según decían los vecinos, en su vientre se juntaba todo el pueblo.
Llanto y luto
La diosa Ceres descendió rauda a la Tierra y entró como una tromba en la casa de su hija Proserpina:
¡Descocada! ¡Ayer enterraste a tu marido y hoy recibes la visita de otro hombre!
—Hoy. Pero ayer le prohibí la entrada.
Consejo de Medea a una muchacha
Si no quieres que tu amante te abandone, cámbialo por otro.
El jardín de las delicias (1992)
Marco Denevi
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