domingo, 12 de marzo de 2017

El arte de la armonía

Ramiro A. Calle. El arte de la armonía.

La gran liberación

El discípulo anhelaba respuestas y quería hallar la armonía definitiva. Una mañana, mientras paseaba con su preceptor, le preguntó:
—¿Qué es la gran liberación?
—¡Apresúrate!
—Pero ¿en qué debo apresurarme?
—¡Contempla el torrente!

Comentario


Se tiene que despertar la mente, activarla, mantenerla en el presente, abrir los sentidos, conectar con cada instante, sentir, percibir intensamente, no adormecerse en los propios pensamientos incontrolados.
¡Contemplad! Sin reacciones desagradables, sin recuerdos que se interpongan, sin comparaciones banales. ¡Contemplad! Pero empezad ya, no mañana, porque la enfermedad del mañana nos gana y el mañana nunca llega. Ahora es el momento de contemplar: esa flor, ese atardecer, el rostro de ese amigo... ¡Contemplad! A menudo nos contemplamos, no percibimos, no estamos despiertos, sino que somos mecánicos, psíquicamente sonámbulos, embotados.
Contemplad con atención, contemplad con ecuanimidad. Mantened la mente en estado meditativo, abierta y alerta, pues cada instante cuenta para el que sabe contemplar; pero no dejéis que nada interfiera entre el que contempla y lo contemplado.

El arte de la armonía (2002)
Ramiro A. Calle

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